
Hace más de 30 años, llegaron a Paita, las Hermanas Carolina Ory, Corina Stifer, Juanita Mackoy, y Flora Campos, Ellas, junto con un Comité Presidido por la Sra. Clara de Pallete, y posteriormente por la Sra. Ernestina Billar, juntaron algo de dinero para crear el Colegio Santa Clara, que funcionó inicialmente en la Capilla de San Martín Central. Las Hermanas, con el apoyo de una institución Alemana y con algunas gestiones del Padre Eduardo Palacios, consiguieron el terreno y su construcción paulatina del ahora Gran Colegio y Convento en la parte alta de Paita, sin embargo, el colegio no habría terminado su construcción ni se hubiera mantenido como hasta ahora, si no hubiese existido una administración transparente del mismo, como lo administraron las Hermanas. El Colegio Santa Clara, es ahora uno de los mejores colegios, con calidad educativa que existen en Paita.Sumada a esta obra, las hermanas han realizado una serie de obras de bien social, y la ultima y sobresaliente, es la de la hermana Carolina Ory y Elsa, quienes dejando las comodidades de vida, en el Convento-Colegio, se van a vivir, sin importarles las condiciones, ni el inclemente frío que se filtra por la pobre casucha donde habitan, en el Asentamiento Humano Marko Jara. Ellas con lo poco que pueden recaudar, ayudan a esa comunidad, principalmente a los niños con desnutrición, dándoles una alimentación balanceada, convirtiéndose en un hilo de esperanza de mejor vida, considerándose una bendición de nuestro señor. Han formado además, las rondas, donde exponiendo sus vidas, salen a patrullar las calles de ese Asentamiento Humano, con la única finalidad de eliminar el pandillaje y delincuencia que aqueja a esta comunidad. Es entendible entonces, que las hermanas han actuado siempre bajo las enseñanzas de Jesús, con humildad, honestidad, de corazón, con amor, etc, etc. No les ha importado dejar de alimentarse o hacerlo fuera de su hora normal, no les ha importado caminar sobre el polvo y la tierra del Asentamiento Humano bajo el inclemente sol, no les ha importado el riesgo de una enfermedad bronquial por habitar donde el frío se filtra por las noches, no les ha importado pensar qué hacer mañana porque eso lo disponía el de arriba.No trato de hacer una nota romántica ni una adulación a quienes les enseñaron las primeras letras a dos de mis hijos, solo trato de que sus obras, sean conocidas por muchos, y que principalmente, debemos conocer el motivo verdadero de su salida. Si amigos, las hermanas a quienes me he referido últimamente, están siendo retiradas de Paita, pregunto–¿Quiénes o quién está detrás de todos esto? ¿Porque si están haciendo buenas obras cristianas las retiran de Paita?¿Recuerdan lo que paso en San José en Piura? ¿Recuerdan lo que pretende el Cardenal Cipriani con la Universidad Católica? ¿Recuerdan amigos Paiteños, lo que pasó en Paita con el cambio del Padre Jorge Dedios?Con solo imaginar que la iglesia estaría detrás de todo esto con interés metálico, se me eriza la piel, si es así, QUE DIOS LOS PERDONE, si me equivoco, que me perdone a mi.Me gustaría que el Padre Manuel Curay Ochoa lea esta nota, no por vanidad personal, sino, con el único interés de que interponga sus buenos oficios ante el Arzobispado, y que analicen la importante e ingente obra cristiana de las hermanas por los menesterosos, que se exorne de humildad, reconocimiento y calidad humana, y no con ese apestoso estilo arrogante de algunos. Pidamos todos a nuestro señor, que ilumine los corazones de quienes tienen la decisión para que ellas se queden, si finalmente nuestro creador ha decidido que así sea, brindémosle un amoroso homenaje, tal cual le dimos a nuestro siempre amigo y Sacerdote Padre Jorge Dedios, el día de su despedida.
En Cristo y María
PEDRO INGA VENEGAS
DNI:
03465411
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